Las principales diferencias de la PNL Vs. el Coaching

¿Cuál es la definición de PNL?

La Programación Neurolingüística (PNL) es un conjunto de metodologías y técnicas que facilita a una persona poder alcanzar la excelencia en el ámbito emocional, de relaciones, deportivo, de salud, de emprendimiento y/o en la carrera profesional en un corto plazo, por medio del modelado.

En la PNL se trabaja a través del análisis e intervención en algunos “surcos neuronales”o estructuras de interconexión neuronal estables – llamados engramas – y de cómo haces uso del lenguaje verbal y no verbal – de forma consciente y en su mayoría inconscientemente, por medio de técnicas interrogativas y movimiento del cuerpo; para esto el practicante de PNL tiene que identificar el particular proceso de cambio de otras personas: definiendo el estado presente y cuál es la brecha que se tiene hasta llegar a un objetivo de cómo se quiere sentir y/o el resultado a ser alcanzado. Durante el proceso se indagará en la estructura de las creencias, pensamientos y emociones. Dicho conjunto de técnicas se trabaja en sesiones individuales que pueden variar de acuerdo al resultado que se quiere y de acuerdo al grado de los avances de los sujetos que se le apliquen las técnicas.

Algunas de las principales aplicaciones: 

• Eliminación de Traumas 
• Eliminación de Fobias y Miedos (Curación Rápida de Fobias) 
• Cambio y Mejora de Conductas 
• Eliminación del Déficit de Atención 
• Eliminación de Ansiedad 
• Eliminación de Ataques de Pánico 
• Eliminación de Insomnio 
• Eliminación de Vicios 
• Mejora de Autoestima 
• Hablar en Público 
• Manejo del Duelo 
• Potenciación de las Personas 
• Control del Peso 
• Comunicación Realmente Efectiva 
• Negocios 
• Empresas 
• Deportes 
• Relaciones interpersonales (parejas, amigos, compañeros de trabajo, familiares) 
• Relación Intrapersonal (con uno mismo) 
• Educación 
• Publicidad 
• Selección de personal 
• Desarrollo de la creatividad 
• Resolver conflictos 
• Ejecutar cambios 
• Modificar pautas relacionales 
• Desarticular complejos 
• Mejorar la calidad de vida 

¿Qué es el coaching?

El Coaching es una metodología y secuencia de conversación, donde el coach utilizando preguntas y algunas herramientas, genera tomas de conciencia (insights) para que su cliente pueda valorar diferentes opciones, alcanzando así, objetivos y metas ¿cómo? a través del desarrollo de una identidad mas congruente con sus juicios de valor y añoranzas, formación de nuevos hábitos, identificación de recursos propios y generación de planes de acción. Se trabaja desde el presente del cliente hacia la construcción de un mejor futuro y en el camino, aflorando y puliendo todo su potencial como ser humano integral.

El coaching es un excelente sistema de comunicación avanzada para trabajar:

• Alcance de metas y objetivos
• Desarrollo y cambio de hábitos
• Fortalecer el liderazgo
• Mejora del clima laboral
• Desarrollo de equipos ágiles
• Desarrollo de competencias organizacionales
• Adaptación en fases de cambios
• Aumento en desempeño deportivo
• Emprendimientos propios
• Mejorar relaciones con clientes
• Ventas
• Crecimiento personal
• Cambios personales (salud, estética, educación, etc.)
• Aumento de resultados
• Superar desafíos
• Aclarar propósito de vida
• Intercambio de ideas
• Generación de estrategias creativas
• Desarrollo de equipos de alto rendimiento
• Desarrollo de habilidades
• Diseño de planes de carrera

INDAGACIÓN Y AMPLIACIÓN DE LAS DIFERENCIAS

Es una premisa aceptada en coaching – y también por la PNL – que el cliente tiene todos los conocimientos necesarios y que sólo necesita que los encuentre con la ayuda (o sin ella) del coach. 

La primera confusión procede el hecho que ambos modelos tienen una creencia parecida en forma, pero definitivamente no en el fondo. Mientras que en coaching el experto es el cliente, en PNL el experto es el Practicante de PNL.

¿De dónde procede esa diferencia? Bien, la práctica del Coaching parte de la mayéutica Socrática estudiada por entrenadores, ex deportistas y consultores laborales norteamericanos y convertida en un método para llegar a un fin, a diferencia de descubrir la verdad (como en el caso de los griegos). Esa diferencia es aclaratoria, ya que los griegos partían de la idea que a través de unas premisas ciertas (verdaderas), se podía alcanzar la verdad (la iluminación) de manera deductiva.

Hoy en día, y desde la irrupción de Korbyzki y su famoso “el mapa no es el territorio” derivada de su teoría del E-prime, e inspirada en la nueva filosofía derivada del relativismo Einsteniano y de la incertidumbre cuántica (Heisemberg, Schrodinger, Pauli, Dirac, Von Neuman), resulta que no podemos estar seguros de nada y partimos de la base que la percepción subjetiva (particular de cada ser humano) de la realidad es la que nos acaba limitando. Es decir, no podemos tener unas premisas de partida completamente ciertas, entonces ¿cómo vamos a poder deducir una verdad? Y lo cierto, es que muy probablemente no se pueda.

Volviendo al coaching, la utilización de preguntas para que el cliente llegue a su propia solución, parte del fundamento, que el conjunto de creencias que tiene el cliente para llegar a una conclusión diferente y que lo haga avanzar, ya están “instaladas” en su cabeza, simplemente que no las ha ordenado o tenido en cuenta. El que ejerce el coaching no puede participar activamente en la introducción de ideas nuevas y, por lo tanto, tiene que confiar que lo anterior sea cierto. Por definición, si aceptamos como válido que no conocemos la realidad, un cliente nunca va a poseer todas las creencias necesarias en su cabeza para poder describir la realidad, sino su propia conclusión o interpretación de ella y en muchos casos, esto es lo que podría estar limitando. Si es así, parece improbable que una persona a través de un proceso deductivo de preguntas (es decir, a través de unas premisas ciertas, deducir otras) pueda llegar a conclusiones significativas diferentes. Su capacidad de razonamiento se verá limitada por las creencias que toma como ciertas en su vida. Luego, si el cliente lo único que necesita es un apoyo para hacer algo, probablemente los recursos deductivos del coach a través de preguntas que fuercen ese proceso dentro de la cabeza de la persona, sean suficientes, pero ¿qué pasa cuando para salir del embotellamiento, se trata de tener en cuenta nuevas premisas? No sólo este es un gran inconveniente de los procesos deductivos basados en la mayéutica, sino que la falta de habilidad o técnica para modelar – aplicación de técnicas para copiar y reproducir acciones, conductas, estructuras mentales y sistemas de creencias de otras personas sobresalientes que ya han logrado alcanzar el estado deseado del cliente – provoca que se tenga que apelar a la “intuición” para realizar las preguntas. 

Una buena comprensión de cómo las creencias interactúan en la mente, nos permite ser mucho más precisos en las preguntas que realizamos y mucho más efectivos, reduciendo tiempo y esfuerzos; es por ello que hoy en día y en primer lugar, muchas formaciones de “coaching con herramientas de PNL” han evolucionado e integrando el trabajo con las creencias ¿es suficiente? 
Pues a mí parecer aún no, ya que puede aparecer otro inconveniente dentro del sistema de la mayéutica, en otras palabras, llegar a las respuestas a través de preguntas y creer que el coach no debe sugerir ninguna alternativa adicional a su cliente. Citando a Paul Watzalwick: es imposible no comunicar. Cada una de las preguntas que realiza un coach, podrían subyacer juicios incrustados que se hacen con anterioridad implícitas (necesarias para que puedan ser comprendidas) que enfocan al cliente en encontrar una posible solución y en el mismo proceso, eliminando información, generalizado o asumiendo conceptos, y todo esto, tiene que ser calculado por el coach, ya que la metodología no permite brindar consejos directos, soluciones inmediatas a sus clientes y/o abusar de la sugerencia. Algunos ejemplos de preguntas que podrían incluir algunos juicios incrustados de forma implícita: ¿Podrías hacer algo de diferente? ¿qué te funcionó? ¿qué no te funcionó? ¿hay alguien que necesites para poder llevar a cabo esta acción?

En definitiva, en la parte lingüística hay tres aspectos a tener en cuenta:

– No siempre un proceso deductivo termina en una solución correcta válida.

– El coach debe poder modelar o entender con precisión el conjunto de creencias de sus clientes.

– El coach debe conocer y ser un vigilante de las implicaciones de su propia comunicación.

Por otro lado, tenemos que no todas las limitaciones de los clientes tiene que ver con sistemas de creencias, sino con sus propias habilidades para procesar la información y llevar a cabo conductas – lo que en PNL se le llaman estrategias mentales. Si alguien tiene miedo escénico, puede ser por una serie de creencias, pero también por lo que está pasando dentro de su cerebro que repercutirá en toda su fisiología; es decir, por una representación interna (visual, sensitiva o auditiva) en forma de estrategia mental inadecuada que, siguiendo una serie de pasos, lo podría estar llevando a sentirse francamente mal – desbalance bioquímico a través de neurotransmisores, sudoración, palidez o enrojecimiento de la piel, hombros encogidos, cabeza y mirada hacia el piso, por citar algunas manifestaciones del cuerpo. Esta es una de las razones más importantes por la que los coaches asisten a nuestros cursos en Practitioner de Programación Neurolingüística en Impactum: Consultora y Escuela de Talento Humano, para poder estudiar y controlar a la mente inconsciente, adquiriendo una nueva tecnología para gatillar cambios profundos en el ser humano.

En este punto, es donde se separan claramente las dos concepciones sobre los recursos del cliente. 
En PNL se acepta que el cliente tenga todos los recursos, en el sentido que podría recorrer “la ruta” hacia su estado deseado y hasta las formas de pensar necesarios para poder llevar a cabo cualquier conducta, pero no necesariamente sabe cómo combinarlos de manera diferente o reorganizarlos. Para esto, se requiere a un “ingeniero” que pueda describir lo que el cliente hace, que puede tener las siguientes características o roles: 

1. Este ingeniero de la PNL no es experto en la experiencia de vida y el conocimiento absoluto de las acciones que el cliente debe de emprender con exactitud, pero si experto en descifrar la composición secuencial de la estructura de sus pensamientos y habilidades en potencia.
2. Está en las competencia de brindar los resultados esperados directamente bajo la PNL; es decir, descifrar y re-aplicar el modelado adecuado enfocado en el como enseñarle a hacerlo diferente para obtener lo anhelado.

Como describí líneas arriba, el “experto” no es el cliente, el “experto” es el ingeniero de la conducta humana, el practicante de PNL y por lo tanto, interviene directamente para “reprogramar” esa estrategia o habilidad del cliente para conseguir resultados más óptimos. Esto choca frontalmente con el coaching tradicional, ya que no se trata de interactuar con el contenido – la conversación, el asunto a tratar, significados y nuevas opciones – sino con la estructura de cómo se ordena e interactúa cada elemento de ese contenido. Esto permite desencallar procesos, donde la simple actuación sobre el sistema de creencias, no permite una resolución rápida y elegante de la situación del cliente. Una vez vencidos eso prejuicios, los coaches que aprenden ingeniería de la conducta humana (así llamo yo a la PNL por sí lo haz notado), entienden las puertas que se les abren a la hora de actuar más efectivamente con sus clientes.

Por otro lado, quiero enfatizar que no he hablado en ningún momento de técnicas, que es la parte más conocida de la PNL. El motivo es concluyente: si no se modelan primero las habilidades (estrategias) y los sistemas de creencias, de poco sirve intentar aplicar una técnica. En definitiva, ni la PNL es Coaching, ni el ejercicio del coaching es PNL, ni seguramente están el mismo nivel lógico. La PNL es una metodología de modelado, el ejercicio del coaching es un procedimiento. Aunque ambos, puedan en algún momento compartir objetivos parecidos (llevar a un cliente de un punto A al B) la metodología es definitivamente muy diferente, aunque ambas aproximaciones pueden ser complementarias.

CUADROS COMPARATIVOS DE LAS PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE COACHING Y LA PNL

Hago tres cuadros sintetizando las diferencias mas destacables e importantes , según mi investigación, estudio, aplicación y docencia a lo largo de estos más de ocho años de experiencia en el coaching y en la Programación Neurolingüística (PNL):